TRABAJO MISIONERO DIVERSIFICADO


El trabajo misionero en estos últimos años se ha venido enriqueciendo con múltiples experiencias. En la escuela, a través de una Pastoral Juvenil organizada y estructurada que pretende llegar a los jóvenes y sensibilizarlos ante la labor que Cristo nos ha encomendado.



No dejando apagar la llama del Evangelio, encendida en nuestros corazones no descuidamos la parroquia, y sus jóvenes, que sedientos llegan a beber de la experiencia de otros que van caminando fuertemente al lado del Maestro, dando cada día pasos de compromiso misionero.  



Con la ayuda del Señor y la ayuda solidaria de algunas personas hemos recorrido un nuevo camino a través de los campamentos juveniles, donde buscamos llegar a aquellos jóvenes que han mostrado un interés particular y un compromiso más serio con la misión, aquí se capacitan y se forman para continuar esta obra que hemos comenzado.

La misión continua, la mies es mucha y hacen falta obreros que se formen para ir a anunciar el Evangelio. Necesitamos de tu oración para que se siga fortaleciendo esta Comunidad Misionera y así seguir construyendo poco a poco la Civilización del amor. 



Ayúdanos a continuar esta obra juvenil


Nueva Evangelización

Nueva Evangelización

El comienzo de las primeras comunidades cristianas no es más que el eco profundo de a aquel envío misionero de Jesús a sus discípulos: “Vayan y anuncien la buena nueva a toda la creación, bautizándolos en   el nombre del padre, y del hijo y del espíritu santo”. (Mateo 28,16-20)
Este llamado, con un profundo carácter dinámico, puso en movimiento la instauración del Reino, a través de la consolidación de las comunidades cristiana vivas, que asumieron los principios evangélicos y el ideal que Jesús de Nazaret tenia para la humanidad.

Hoy por hoy, este pequeño grupo, que ha bebido de esa fuente, busca paso a paso colaborar con la construcción de la civilización del amor, fuente que ha nutrido el proceso misionero, por más de dos mil años, del cual esta iglesia particular no podría estar ajeno.

Recordando el mandato de Jesús y el constante llamado de la iglesia a renovarse cada día, esta institución adelanta en su interior un proceso nuevo, renovado en su estructura, métodos y acciones. Ya el Concilio Vaticano II  nos incitaba a toda la iglesia, en relación a la acción evangelizadora a renovar nuestro ardor, método y expresiones.

Nuestra pastoral avanza poco a poco, con pasos firmes, animando el amor a Cristo sacramentado a través las eucaristías y la preparación de los niños pre-sacramental, integrando a la familia como iglesia doméstica, caminando como pueblo de Dios según cada tiempo litúrgico, animando el espíritu misionero en los jóvenes, entre muchas otras acciones. De esta manera buscamos  construir una iglesia, misión, comunión y participación  es decir, una iglesia que asuma su  vocación de ser anunciadora de la Buena Nueva, al mismo tiempo una iglesia siempre abierta para que cada cristiano se descubra  como parte importante y esencial del cuerpo místico de cristo.

El camino es largo, cuesta arriba y lleno de obstáculos. Ya lo decía Juan Pablo II: LA MISIÓN QUE JESÚS ENCOMENDÓ A SU IGLESIA, AUN ESTA EN SUS COMIENZO” RM #1a

                                               
OSVALDO ENRIQUE ARIZA ESCOBAR
Licenciado en Teología
Especialista en Estudios Pedagógicos 
Magíster en Educación

SEMBRANDO VALORES

En el encuentro cotidiano con los seres humanos es notorio observar carencias en la formación en valores, sin negar las potencialidades de cada persona. La falta de modelos y guías de comportamiento ético positivo es uno de los tantos motivos que debilitan la construcción de pensamientos, conceptos y acciones auténticas en la interacción con los otros. La educación en la escuela y en la familia es la principal fuente para una educación integral del ser humano. Sin embargo estos espacios no la colman en su totalidad, y se hace necesario abrirse a otros ambientes. Es preciso profundizar en esto, animando a en persona la inquietud de vivir en libertad y responsabilidad frente a los acontecimientos que la vida les va presentando.
Como afirma Savater: “se hace humano pero se aprende a ser humano; a través del dinamismo formativo, que nutre sus estructuras físicas, afectivas, cognitivas y espirituales de las experiencias, que permitan reflexionar, criticar y analizar las diferentes realidades, como también desarrollar su creatividad para que redunde en la solución de sus necesidades cotidianas”.

• "MIRAR LA VIDA CON OJOS NUEVOS"

Desde la misión construiremos un mundo nuevo para el Señor"
"Jóvenes Misioneros Campechanos" "Jóvenes, apóstoles de los jóvenes"
JESUS DE NAZARETH
- El Señor le dijo: "¿Qué quieres que haga por ti?"
- El ciego le contestó: "Señor, quiero recobrar la vista" Lucas 18,41

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Una mirada de fe, puede cambiar tu vida Al encontrarse con Jesús, el ciego descubre para su vida la presencia de Dios que quiere hacer algo por él. Es decir, quiere darle algo para que él empiece a vivir más plenamente según su voluntad. Jesús le devuelve la vista, pero no es la misma visión limitada y comprometida con los afanes terrenales. Es una visión que le enseña a trascender, a volar, a soñar, a aventurarse de ahora en adelante por los caminos “inciertos” pero a la vez seguros del Señor. Es una invitación a elevar la mirada al cielo, pero con lo pies bien puestos en la tierra.

Ojos nuevos, quiere ser una ventana para que todos los jóvenes, grandes y chicos, compartan sus experiencias de fe a partir del encuentro con Cristo, Misionero del Padre. Es y será un espacio de servicio y de crecimiento personal y comunitario, en aras de construir comunidades vivas al mejor estilo del Evangelio (Hechos de los Apóstoles 2,42ss). Siendo fieles colaboradores en la construcción de la Iglesia Universal a partir de nuestra iglesia Particular. Somos una comunidad que se fundamenta en la experiencia misionera adquirida a través del camino recorrido y el trabajo con las O.M.P. diocesanas y nacionales. Más concretamente con la Propagación de la fe y la Infancia Misionera. Es tiempo de dar a Dios, es decir, entregar ese amor y esa fe que nos ha sido entregada. “Pues la misión que Cristo encomendó a su Iglesia esta aún en sus comienzos” Juan Pablo II, RM #1ª.

Están todos(as) los jóvenes invitados (as) a contribuir para que niños, jóvenes y adultos, a través de sus experiencias, también se encuentren con Jesús y empecemos juntos a ver la vida con "OJOS NUEVOS", viviendo y construyendo procesos de misión, comunión y participación.

* NUESTRO CAMINAR MISIONERO

...Paso a paso dejando huella....

Nuestro servicio empieza a ser patente, es decir a concretarse, poco a poco a través de la animación misionera de niños y jóvenes a nivel parroquial y diocesano. Servicio que surge del encuentro con Cristo Resucitado y actuante en medio de nosotros.

Después de haber participado en Escuelas de Liderazgo Misionero Juvenil ofrecido por las O.M.P. Colombiana, desde la Obra de la Propagación de la fe, adquirimos el firme compromiso de animar, avivar, formar y sostener el espíritu misionero universal, e iniciar un proceso de crecimiento a través de la Proyección Misionera.
Es decir, a través del compartir a las demás personas lo que hemos recibido: “Pues, ¿quién soy yo y qué es mi pueblo para que podamos ofrecerte tantas cosas? En realidad, todo viene de ti y solo te damos lo que de ti hemos recibido” (1 Cr 29,14). Y esto no es más que obedecer el llamado que Jesús mismo nos hace al final del evangelio de san Mateo: "Así pues, los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al ver a Jesús, le adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó a ellos y les dijo: - Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo; bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñadles a cumplir todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
MT 28,16-20. Cfr. (Mc 16,14-18; Lc24, 36-49; Jn 20, 19 -23).